domingo, 17 de junio de 2012

Capitulo 3.

Abrí la partitura con cuidado y leí lo que ponía ¿Vas a la fiesta? Si vas, nos veremos allí. Claro que iba a ir, no me iba a perder nada de aquel fiestón que va a montar Tuks en su enorme casa, guarde la partitura en el bolsillo izquierdo de mis vaqueros cortos y caminamos hacía el supermercado, Miriam dijo:
-Tengo que comprar Trina para mi hermana.
Miriam tenía una hermana pequeña llamada Stella, que tenía 8 años, era rubia, con los ojos negros, como toda su familia, entré con Miriam y cuando les dimos esquinazo a las otras dijo:
-¿Te gusta Lucas?
-No estoy muy segura, pero es guapo y parece muy inteligente.
Miriam suspiró y sabía que algo no iba bien:
-¿Qué pasa?
-Es que... Lucía esta colada por él. Desde que ha olvidado a Diego, se ha estado fijando en otros y cuando ha visto a  Lucas,pues..
-¿Cómo lo sabes?
-Nos lo ha dicho mientras te ponía la pulsera.
Caminé de un lado para otro y dije:
-Bueno, es que no se.. Luego lo hablamos, vamos a comprar el Trina.
Pagamos el Trina Tropical de Stella y salimos del supermercado y fuimos hacía mi casa, cundo llegamos dijeron:
-A las 8 en casa de Miriam, ya sabes blanco.
-¿Blanco?
-Es Ibizenca.
-Ok.
Entré a mi casa con desdén y dejé las llaves en el perchero, era una manía mía:
-¿Hola?
Parecía que no había nadie, entré en la cocina y en la nevera había una nota: Pequeñita, me voy a comer con María, nos vemos luego, llamame. Abrí la nevera y saqué unos spaguettis que no me comí ayer, por culpa del castigo de Carlos, cerré la nevera y los calenté, mi móvil sonó a lo lejos con la canción de Princess of China era un mensaje del Whatsapp, lo abrí, número desconocido:
Alguien: Hola.
Yo: Hola:)' ¿Quién eres?
Alguien: Soy Lucas;)
¿Cómo tenía mi móvil? Pensé, Marta, le voy a dar un día de estos.
Yo: Amm...
Lucas: Has leído la partitura?
Yo: Sí, lo de la fiesta.
Lucas: Solo eso? Había más por detrás.
Yo: Enserio? Jumm.. Que intriga no?
Lucas: jajaja, leelo:)
Saqué la partitura que me había dado y leí lo que ponía por detrás, ¿Salimos antes de ir a la fiesta?
Yo: Bueno.. Vale, por que no?
Lucas: Te recojo a las 7 en la entrada del centro comercial?
Yo: Ok, nos vemos, voy a comer, adios:)'
Cerré la conversación del Whatsapp y abrí el Tuenti, estaba Miriam, le envié un mensaje privado, no tenía tiempo de hablar, tenía mucha hambre y estaba muy emocionada.
~A las 6 de la tarde~
Salí de la ducha y puse los pies húmedos en el suelo, intentando encontrar una toalla con la que poder secarme, encontré una y la agarré con fuerza hasta que se soltó de algo a lo que se había quedado enganchada, me fuí secando poco a poco, dejé la toalla en el suelo y me puse las chanclas, abrí un neceser marrón con estrellas blancas, saqué un pintauñas azul mar y me fuí pintando uña a uña de mi cuerpo, esperé a que se secaran y fuí hacía mi habitación envuelta en una toalla amarilla, abrí mi armario y observé, para buscar un vestido blanco o algún conjunto que tenga todo blanco, saqué unos pantalones rasgados y una camiseta blancos, con mis zapatillas adidas blancas, volví al baño y me vestí con cuidado por si alguna uña no se había terminado de secar, me puse un poco de brillo en los labios y me hize una coleta alta con un coletero negro, recogí las toallas y cerré la puerta del baño, bajé las escaleras corriendo y mi hermano dijo:
-Ven aquí.
Me había oído:
-¿Qué pasa?
-¿A donde vas?
-Hemos quedado para ayudar a Marta a organizar la fiesta.
Ok.
-Por cierto...-Dije dandome la vuelta-¿Me prestas dinero?
ÉL hizo una mueca de desgrado y sacó veinte euros de su bolsillo:
-Te quiero hermanito.
-Pasalo bien.
Cogí las llaves y el móvil y cerré la puerta, fuí caminando tranquilamente y un bip sonó de mi móvil, abrí el mensaje:
¿No vienes a las 8 a casa de Mir?
No puedo... Mi vecina me tiene que dejar a su perro media hora, luego ya nos vemos allí.
Esto estaba mal, estaba mintiendo, pero bueno, no iba a pasar nada, una mentirijilla la tiene cualquiera, entré al centro comercial, buscando la tienda de música y entré:
-¿Hola?
Lucas salió vestido de blanco del almacén:
-Hey, creía que habíamos quedado a las 7.
-Sí, pero he salido antes de mi casa y he dicho, ¿por que no buscar algo?
-Mira, pasa adentro, te tengo que enseñar una cosa.
¿Una cosa? Sonreí y entré con él al almacén, paseamos por dos largos pasillos llenos de cosas y al final, me enseñó una salita:
-Entra.
Estaba un poco asustada, no sabía de que iba esto, abrí la puerta y una sala color mostaza con luces de neón e instrumentos musicales me vino a los ojos, además de aquello, tenía unos sofánes y una nevera:
-Mola.
-Es mi lugar, donde compongo, toco y descanso.
Entré y me sente en el sofá, se hundía:
-Parece un puf.
-Esta echo de eso, bolitas de 3 puf.
Me reí y me hundí un poquito más:
-Aquí se está genial.
-Sí.
-Oye una cosa, cuando llegemos a casa de tu prima, decimos que nos hemos encontrado por el camino, es uqe les he mentido.
-¡Uhh, que malota!
Reímos los dos y me quedé mirando sus ojos negros, una voz a lo lejos dijo:
-¿Hay alguien?
Lucas suspiró y dijo:
-Ahora vuelvo.
Asentí y salió corriendo, yo me levanté y empezé a cotillear por ahí, abrí la silla del piano y cogí una de las partituras sueltas uqe había, la puse en el piano y me puse a tocarla, cuando terminé unos aplausos por detrás me hicieron reaccionar:
-¿Tocas?
-Tocaba, cuando tenía 12.
-Pues no se te ha ido la práctica.
Nos quedamos mirando y nos acercamos, pero los tacones de alguien sonaron a lo lejos:
-¡Es Marta!
-¿Marta?
-Escondete en ese armario.
Abrí la puerta del armario y me metí en el, Lucas cerró la puerta:
-¡Lucas, estás aquí! ¿Ya vas de blanco? Yo te había traido algo.
-No importaba Marta, enserio.
-Bueno, ¿vas a llegar a alguien a la fiesta?
-No voy solo.
Mi móvil se puso a sonar en el momento más inoportuno:
-¡Oh, no!
Lo saqué del bolsillo, gracias a Dios, no se escuchó tanto, pero Marta si lo oyó:
-¿Qué es eso?
-Es mi... tono de llamada, ¿diga?
Marta sospechó y yo suspiré, estaba imcómoda en aquel lugar, ni sabía lo que había, era cuerda, era violonchelos y violines, guau, en un armario, supliqué, no haberme cargado alguno:
-Bueno, me tengo que ir, las chicas me esperan en casa de Miriam a las 8.
-Nos vemos
Marta salió de la sala y yo salí del armario, pero no nos esperabamos lo peor, Marta volvió a entrar:
-¡Lo sabía, sabía que estabas aquí!
Me puse de rodilla y dije:
-Nada de esto a las chicas, les he mentido.
-Sentaros, los dos, ahora.
Nos sentamos juntos:
-Separados, uno en el otro sofá, ¡venga!
Lucas dijo:
-Marta, estás exagerando.
-¿Exagerando?-Me miró a mí- Espero por tu bien, que Lucía no se entere de esto.
Miré al suelo y dije:
-Esto...
-No diré nada, pero no volvereís a quedar en secreto, si quedaís, que lo sepamos. O mejor, no quedeís.
Yo levanté la cabeza.
-Eso es como si yo te digo que no salgas con Jorge.
-¿Quién es Jorge?
-Oh, vamos Marta, tu rollete, no lo ocultes.
-No es lo mismo.
-Para tí no será lo mismo, pero tú estuvistes quedando con Jorge a secretas, en el cuarto de la conserje, y hasta que no entré yo a por una fregona, no me lo contastes.
-Solo lo sabes tú.
-Pues esto es lo mismo, y seguís quedando y no se me escapa, así que haz lo mismo.
Los ojos verde mar de Marta se iluminaron:
-Ok, pero en la fiesta, nada, no quiero sospechas y llantos de Lucía.
La abrazé y dige:
-Puedes irte ya.
-No tu te vienes conmigo.
Suspiré y me acercé a Lucas y dije:
-Nos vemos, luego.
-Espera.
Me dió medía vuelta y dijo:
-Te has llevado sin querer una cuerda.
-Oh.. Lo siento.
Sonrió y Marta nos separó:
-Vamonos ya.
Hize el gesto de llamada y Lucas asentió y sonreímos a la paz, Marta cerró la puerta:
-Eres tonta.
-Tú mas.
-Te quiero nena.
SAlimos de la tienda de música con el secreto guardado.

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