Capitulo 2.

El timbre sonó, como una dulce melodía, diciendo que por fin se había acabado el primer día de instituto, no había ido tan mal, abrí la taquilla y saqué un libro, la cerré y las chicas dijeron:
-¿Te vienes mañana al cine? Han sacado Intocables.
-No sé si podré, tengo que decorar mi cuarto y hacer limpieza un poco.
-Vale, si puedes llamanos.
Sonreí y me fuí de aquel pasillo, bajé las escaleras y salí del instituto, había un autobús esperando y subí, ahora, no me parecía tan malo el autobús, pagué 50 cents y le dije al conductor mi nombre:
-Soy Raquel Lopez.
-Ah, sí, la nueva, te llevaré la primera y el lunes te recogeremos a las 8 menos 15 ¿vale?
-Vale.
Me senté en una fila de las de atrás y observé lentamente como iban pasando todos los alumnos por la ventana, el autobús se paró, estabamos en la puerta de mi casa, bajé y el autobús se puso en marcha de nuevo, cogí las llaves del bolsillo de mi pantalón negro y abrí la puerta:
-¿Mamá?
-Estoy en la cocina.
Pupo se subió a mis rodillas y lo acaricié, después dejé la mochila en el suelo y entré a la cocina:
-¿Qué tal el primer día?¿Has echo amigas?
-Ha estado bien, y, sí, son Jessica, Claudia, Laura y Sandra. Son muy buenas.
Mi madre sonrió, parecía contenta:
-¿Vas a salir hoy?
-No, ¿no te acuerdas? Tenemos que ir a comprar pinturas y eso para mi cuarto.
-Sí, lo sabía, era solo por si te habías olvidado.
Cogí la mochila del suelo y subí a mi habitación, la dejé tirada en una esquina y saqué el pórtatil, lo encendí y me metí en el Tuenti y en el MSN, había mucha gente conectada, entre ellas estaban mis antiguas amigas, ya que me había mudado a otra ciudad, solo podía hablar con ellas a partir de las redes sociales, abrí una ventana nueva y me metí en weheartit.com, era mi pagina favorita de fotos, había romanticas, de uñas, de ropa, había unas de unas uñas pintadas como unas converses, y decídi hacermelas así, después de estar un rato hablando con mis amigas en un chat del MSN, apagué el pórtatil y mi madre dijo:
-¡Vamonos!
-Vale.
Bajé corriendo las escaleras y Pupo se acercó a mí:
-Cuando venga, te doy un paseo por  el parque, ¿vale?

Él movió la cola y yo cerré la puerta de mi casa, me monté en el coche blanco de mi madre y partimos para ir a un centro comercial que había en el centro de la ciudad, mi madre aparcó el coche en el parking y subimos por el ascensor, cuando entramos, me di cuenta de que era enorme, tenía una lampara de diamantes en el centro, había tiendas de ropa, librerías, internet-cafés, tiendas de decoración... Entramos a una tienda llamada Black And White, el nombre lo decía todo, la tienda era de muebles de color blanco y negros, había cuadros, alfombras, camas, cojines, mesitas de noche, había una cosa que me gusto mucho, era un papel de pared de rayas blancas y negras, y a mi madre también le gusto, lo compramos y también compre un cuadro en blanco y negro de la torre Eiffel de París y unos cuantos cojines para la cama, salimos de la tienda y me quedé mirando el escaparate de una que se llamaba I Love London, entré y miré varias cosas, había un edredón con la bandera inglesa y decidí comprarmela, después de estar en unas 7 tiendas de decoración, decidimos irnos, era demasiado tarde para ponerse a decorar mi cuarto, me tumbé y observé un póster que tenía en la pared con el logo de LJDH (Los Juegos Del Hambre) Era mi pelicula favorita, tenía los 3 libros y me los había leido como unas 500 veces cada uno, después de observarlo un rato y recordar buenos momentos con mis antiguas amigas, encendí el pórtatil y observé mi correo, solo tenía uno de mi padre, lo leí y respondí, después, suspendí el pórtatil y saqué a pasear a Pupo, mientras iba por el parque, observé que había un grupo de chicos y chicas, entre ellas estaban mis amigas, se oía música de fondo y me acercé, cuando Jessica me vió, me explicó todo:
-Cada mes, organizan un concurso de canto y baile, el mejor cantante se lleva una beca en un año en la escuela profesional de música y el mejor bailarín en la de baile.
-Puede que sea divertido.
-¿Qué sabes hacer?
-Bueno... Toco la guitarra, la trompeta, el violín, el violonchelo, el clarinete, la flauta, la batería, el trombón, ¿eso sirve?
-Si sabes cantar bien... Sí.
Jessica me llevó hasta una mesa y me enseñó un formulario que había que rellenar, lo rellené entero, Pupo estaba tirando de la correa y tiraba demasiado fuerte:
-Nos vemos el Lunes en clase.
Se despidió con la mano y volvió con las otras chicas, andé unos 700 metros y entré en mi casa:
-¡Ya estoy aquí, mamá!
Mi madre me saludó con una mano, mientras en otra sostenía el télefono:
-Hola, cielo, voy a llamar a tu padre, para que venga mañana.
Mis padres estaban separados, seguro que se separaron al ver al pequeño monstruo que había creado entre los dos, no, no era mi hermano, era yo:
-¿Pará que?
-Para que nos ayude a decorar tu habitación, además, llevas sin verlo 1 mes.
En eso tenía razón, lo echaba de menos, mi padre era muy diferente a mí, era rubio y con los ojos de un verde pistacho, era alto y tenía una casa a pie de playa, ¿quién pide más? Sin embargo mi madre, no es que fuera igual a mi padre, tenía el pelo castaño y unos ojos de color gris, bonitos, pero cuando no te miraba con cara de enfado. Yo sin embargo era castaña, con los ojos de un color entre verde y gris, eran muy bonitos, era lo único que me gustaba de mi cuerpo, bueno de mi cara, si tuviera que decir toooooooooooodos los defectos que tengo, te puedes esperar hasta las uvas del 2024. Le quité la correa a Pupo y entré en el salón, las paredes tenía un color morado y verde pistacho, como los ojos de mi padre, los sofás eran blancos y la tele de plasma, la encendí y estaba echando Phineas y Ferb, no me gustaba para nada esa serie, cambié y puse FDF, estaba La Que Se Avecina, estaba chula, aunque siempre era lo mismo, que si pinchito por ahí, que si putón por allá... Apagué la tele y salí al jardín, tenía un rosal de mis rosas preferidas, blancas y también una piscina, demasiado grande para solo dos personas y un jacuzzi justo al lado de esta, me tumbé en el césped y miré a las nubes, esto siempre me relajaba, no sabía por qué, mi madre gritó dentro de la casa:
-¡Rocky!
La ignoré pero al cabo de un rato volvió a llamarle:
-¡¡Rocky!!
-¿Qué?
-Necesito ayuda con la cena, ven.
¿Solo eso? Todos esos gritos para nada, mi madre no era normal, o eso pensaba yo, las otras madres pensaban que era un ejemplo a seguir, la nombraron mejor madre del año 2011, cuando entré a la casa el télefono sonó a lo lejos:
-¡Cogelo!
-Sí, mamá.
Miré el móvil y lo reconocí, era mi hermano mayor Al, de Alberto, lo cogí:
-¡Hola Al!
-Hola Rock. ¿Está mamá por ahí?
-Sí, ¿para que la quieres? Es que está ocupada.
-Llevalé el móvil y pon el altavoz.
Mi hermano era altísimo, medía 2 metros o cosa así e iba a la universidad, sacaba todo matrículas y era muy amable conmigo, era el mejor hermano que alguien podría tener, cuando mis padres se separaron, él me aimó, es muy bueno conmigo, cuando entré a la cocina, puse el altavoz:
-Ya está, habla.
-Bueno, es que, tenía que comentaros una cosa, papá ya lo sabe...